LA MÚSICA, PRIMER LENGUAJE PARA INTERACTUAR CON TU HIJO

Exactamente en la vigésima semana de gestación. Esta es la frontera a partir de la cual el bebé ya puede oír y, por lo tanto, el momento a partir del cual la madre puede comenzar a interactuar más activamente con su hijo incluso antes de su nacimiento. Una de las formas más efectivas y agradables es a través de la música, que según un buen número de estudios tiene un efecto beneficioso sobre el feto.

La mayor parte de los autores coincide en recomendar la música clásica y especialmente a Mozart, casi institucionalizado como el autor de cabecera para bebés no natos desde la publicación en 1998 de ‘El efecto Mozart’, de Don Campbell.

Esta práctica resulta especialmente interesante al ser el oído el único sentido que se puede estimular antes del parto y, por lo tanto, el vehículo a través del que conseguir una mayor estimulación cerebral del bebé meses antes de su nacimiento. Una práctica cada vez más habitual que genera muchos beneficios:

-Activa las neuronas durante el periodo de gestación.

-Estimula frecuencia cardiaca del feto.

-Favorece la producción de endorfinas en la madre.

Algunos estudios aseguran también que escuchar música reduce también el nivel de estrés de las mujeres en estado durante la gestación e incluso facilita el aprendizaje del bebé después del nacimiento, si bien esta última hipótesis no está científicamente demostrada. Sin embargo, y contrariamente a lo que suele ser más o menos habitual, se recomienza no colocar unos auriculares en el vientre o, en todo caso, hacerlo a un volumen que no resulte excesivo para evitar que el feto se sobreexcite.

En definitiva, si escuchar música es en cualquier caso una actividad estimulante o relajante, según el género y las circunstancias, en el caso de las mujeres embarazadas los beneficios se multiplican, y es siempre una sensación más que recomendable de experimentar.